Propósito ¿de qué estamos hablando?

Cunado hablamos de nuestro propósito podemos estar hablando de cosas diferentes.

“En última instancia emprendo acciones para completar proyectos con el objetivo de cumplir las responsabilidades que tengo, de manera que pueda seguir adelante para hacer las cosas que hago para conseguir que mi visión se haga realidad, lo cual cumplirá mi propósito de ser. En este marco de referencia, la idea de propósito puede ser funcional para y en muchos horizontes y niveles de experiencia diferentes.” David Allen

Cuando hablamos sobre « nuestro propósito» podemos estar hablando de dos cosas diferentes.

  • Podemos referirnos al sentido último de nuestra existencia, como lo hacía en este post anterior. En este caso, hablamos de una referencia que está presente a lo largo del tiempo. Además, dependiendo de nuestras creencias, podemos tener un enfoque espiritual o un enfoque con un sentido más personal. En cualquier caso, estamos hablando del nivel más alto de perspectiva que estará influyendo la intencionalidad de todo nuestro comportamiento. Y, estamos entendiendo el propósito como un continuo a lo largo de nuestra vida.
  • Pero también podemos estar usando este concepto para referirnos a una «meta final». A algo que puede ser alcanzado, logrado, completado, adquirido…. En esta ocasión nos estamos refiriendo a la «línea de meta» de un proyecto o a la finalidad de llevar a cabo una determinada acción. Y, estamos entendiendo nuestro  propósito como algo que tiene un fin en un momento dado.

Conocer con claridad nuestro propósito, entendido como intencionalidad última de nuestra existencia, y ser capaz de ponerle palabras requiere un elevado nivel de autoconocimiento de nosotros mismos. Por el contrario, tener claridad sobre la finalidad de nuestros proyectos y acciones solamente requiere contestar a una pregunta: ¿para qué? O, si lo prefieres, ¿por qué?

Hacernos esta sencilla pregunta de manera sistemática, – ¿para qué estoy haciendo está llamada? ¿Para qué estoy llevando a cabo este proyecto? ¿Para qué estamos organizando las vacaciones? Es una costumbre muy recomendable, ya que tener claridad sobre el motivo por el que hacemos las cosas nos ayuda a estar motivados y, además, evitará que, sin darnos cuenta, actuemos en contra de nuestros intereses.

Mi recomendación es que, si no lo estás haciendo ya, empieces a actuar con propósito -en su doble sentido- para mejorar tu productividad personal. Es poco motivador hacer cosas sin saber para qué las estamos haciendo y, además, si no tenemos claridad sobre el propósito de nuestra existencia, podemos estar trabajando para conseguir resultados que no tengan ningún sentido para nosotros.

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