Pon a trabajar al planificador que todos llevamos dentro

“Tú ya conoces al planificador más brillante y creativo del mundo: tu cerebro. Tú mismo eres realmente una máquina de planificar: planificas cuando te vistes, comes, vas de compras o simplemente hablas. Aunque el proceso pueda parecer en cierto modo aleatorio, se tienen que producir una serie de etapas bastante complejas antes de que tu cerebro pueda hacer que ocurra algo físicamente.
Tu mente pasa por cinco etapas para realizar prácticamente cualquier tarea:
1. Definir el propósito y los principios.
2. Visualizar el resultado.
3. Lluvia de ideas.
4. Organizar.
5. Identificar las siguientes acciones.”

La mayoría de los proyectos a los que nos enfrentamos son evidentes para nosotros. Evidentes tanto en lo referente al resultado que queremos conseguir, como en las acciones que deberemos llevar a cabo para alcanzarlo. Pero en ocasiones nos encontramos con dudas sobre cómo sacar adelante alguno de nuestros proyectos, o directamente no sabemos por dónde empezar.

Para abordar con éxito esos proyectos, los no evidentes, te propongo usar la «planificación natural de proyectos» que ofrece GTD.

GTD nos dice cómo poner a trabajar al planificador que todos llevamos dentro. El Modelo de Planificación Natural es una forma sencilla de hacer evidentes los proyectos si sigues estos 5 pasos:

  1. Define el propósito y los principios: Responde con claridad la intención con la que llevas a cabo el proyecto: Responde el «por qué» y/o «para qué» lo haces, así como los límites de tu plan. Enumera también los principios básicos que estarán presentes en dicho proyecto.
  2. Visualiza el resultado: Imagina ese resultado una vez conseguido con detalle. Hacer esto te dará información muy útil a la hora de decidir acciones.
  3. Haz una lluvia de ideas: Genera ideas, cuantas más mejor. No apliques ningún filtro a tu imaginación. Si quieres, puedes ir agrupándolas mediante mapas mentales.
  4. Organiza: Estructura tus ideas. Ahora sí, desecha aquellas que no tienen sentido. «Aterriza», organiza y desarrolla el proyecto. Pero, evita la «sobre-planificación», es decir, evita hacer planes que no sabes si se cumplirán y que, con mucha probabilidad, tendrás que desechar. En este paso creamos un boceto del proyecto. Organiza los pilares fundamentales del mismo, pero olvídate de hacer un listado exhaustivo de «todo». Recuerda que estamos en un entorno VUCA y que tendrás tiempo en tus revisiones semanales de reflexionar sobre las acciones más adecuadas según se vayan desarrollando los acontecimientos.
  5. Identifica las acciones siguientes: Piensa en acciones concretas. Identifica acciones físicas y visibles que pongan en marcha tu proyecto, que lo hagan avanzar y que puedas llevar a cabo sin tener que realizar ninguna antes.

Esta metodología de planificación natural de proyectos la puedes usar solo o en equipo y tanto para proyectos de mediana como de mucha dificultad. Es sencilla y eficaz. Te recomiendo que, si aún no la has usado, te animes a hacerlo. Estoy segura de que te encantará y te resultará muy sencillo ser un gran planificador.

 

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