El Poder de la Imaginación.
“Primero ves el resultado y luego, inconscientemente, te vuelves consciente de la información. Ya se trate del modo de atrapar la pelota, de crear una empresa o de cuidar de tus padres, lo primero es la visión.
Si no eres capaz de verte a ti mismo haciendo o teniendo algo hasta que ves el modo de hacerlo, nunca identificarás los métodos para lograrlo, aunque los tengas delante.” David Allen
Hemos escuchado, muchas veces, hablar sobre los beneficios de la visualización. Sabemos que para el cerebro no hay diferencia entre ensayar mentalmente una actividad o experimentarla con el cuerpo. También sabemos que algunos deportistas hablan de los beneficios que han notado cuando han combinado el «entrenamiento físico» con el «entrenamiento mental». Por último, a día de hoy se recomienda a las embarazadas que hagan ejercicios de visualización del parto, asociándolo con sensaciones positivas, para después poder afrontarlo con mayor confianza y tranquilidad.
Para mí, hacer el ejercicio de imaginar los resultados que quiero conseguir, con un buen nivel de detalle, aumenta mis posibilidades de éxito, por tres motivos:
- Me permite descubrir opciones que no hubiera detectado de no haber visualizado el resultado.
Esto se debe al «Sistema de Activación Reticular» (SAR), un filtro que discrimina la información que es útil para nosotros de la que no. Todos hemos visto trabajar a nuestro SAR cuando decidimos comprarnos una determinada marca de coche. A partir de ese momento, empezamos a ver un gran número de coches de ese modelo, coches que nos habrían pasado inadvertidos de haber decidido comprar cualquier otro modelo.
- Me ayuda a tomar mejores decisiones.
A lo largo del día tomamos múltiples decisiones, unas de forma consciente y otras apenas sin pensar en ellas. Por otra parte, la información es muy importante a la hora de tomar buenas decisiones. Hacer el ejercicio de visualizar nuestros objetivos da información a nuestro cerebro para que opte, aunque sea de forma aparentemente intuitiva, por aquellas alternativas que más nos acercan a ellos.
- Aumenta mi confianza a la hora de enfrentarme a situaciones desconocidas.
Hacer el ejercicio de prever posibles escenarios, en los que conseguimos nuestros objetivos, nos permite reducir la tensión ante lo desconocido. Esto se debe a que, si hemos imaginado con anterioridad dichas situaciones, nuestro cerebro las percibirá como conocidas.
Pensar en los resultados que deseamos, visualizar la posibilidad de que algo ocurra, imaginar lo que vemos, escuchar lo que nos dicen al conseguirlo o sentir el momento en que conseguimos nuestros sueños, no los hace realidad pero aumenta nuestras posibilidades de hacerlos realidad.