#ConfíaEnTusDecisiones: Intuición ¿cuándo podemos confiar en ella?

“Una intuición afortunada nunca es tan sólo cuestión de suerte. Siempre hay algo de talento en ello.”
JANE AUSTEN

Es probable que a estas alturas pienses que nuestras intuiciones nos pueden llevar a cometer múltiples y graves errores.

Hemos visto como son muchos los sesgos que hacen que debamos desconfiar de las intuiciones, pero ¿son siempre erróneas las intuiciones? ¿Podemos encontrarnos con intuiciones acertadas y sorprendentes? ¿Cuándo podemos confiar en la intuición? ¿La intuición acertada es pura magia?

A mí me llama especialmente la atención la historia del bombero que,súbitamente, sintió la necesidad de escapar de una casa en llamas poco antes de que esta se derrumbara. Ese bombero sabía intuitivamente que corría peligro «sin saber cómo lo sabía»

Parece que la intuición humana puede ser acertada y Kahneman publicó junto a Gary Klein —tras ocho años de estudio— un artículo titulado «Conditions for Intuitive Expertise: A Failure to Disagree», en el que comparten sus conclusiones respecto a los límites de la intuición.

Klein y Kahneman, aunque tenían múltiples diferencias, terminaron estando de acuerdo en dos principios importantes:

  • La confianza subjetiva no es de fiar. “La confianza que las personas tengan en sus intuiciones no es una guía segura para conocer su validez. En otras palabras, no debemos confiar en nadie —incluidos nosotros mismos— porque nos diga lo mucho que debemos confiar en su juicio. “
  • Es probable que las intuiciones sean válidas cuando vienen de entornos suficientemente regulares para ser predecibles y la persona que tiene la intuición ha tenido la oportunidad de practicar de forma prolongada en este entorno regular.

En definitiva, para poder confiar en la intuición, debemos tener suficiente información y estar frente a un entorno estable.

Sabemos que la estadística supera con mucho a la intuición humana en entornos con «ruido».

Las predicciones intuitivas en ámbitos como el económico o el político tienen muy poca probabilidad de ser acertadas. El motivo es que se producen en entornos cambiantes e inciertos. Por el contrario, podemos confiar en la intuición de un conductor experto que sabe cómo debe coger una curva un día de lluvia. También en el ajedrecista que intuye que ganará la partida en nueve movimientos o en el bombero experto que se ha enfrentado infinidad de veces a situaciones con los mismos elementos, que siempre reaccionan de forma similar.

En un entorno impredecible no debemos culpar a nadie por fracasar en sus predicciones ni debemos confiar en aquellos que traten de convencernos de que sus intuiciones siempre son acertadas.

Mi recomendación por tanto es que, si tienes que tomar una decisión basada en una intuición, recuerdes que no puedes confiar en ella en ausencia de experiencia y regularidad estable en el entorno.