Para cambiar las cosas hay que hacer cosas.
El conocimiento procede de la acción; la única forma seria de comprobar algo es probarlo. Sófocles
GTD® es una metodología sencilla y útil para cualquier persona que quiera mejorar su productividad personal. Aunque es sencilla de entender y de poner en práctica requiere, como la mayoría de lo que aprendemos, algo de esfuerzo por nuestra parte hasta llegar a interiorizar los nuevos comportamientos.
En mi experiencia, hay un denominador común en las personas que deciden voluntariamente invertir el tiempo necesario y tener la paciencia y la constancia necesarias para interiorizar nuevos hábitos. Todas ellas son personas que tienen un compromiso con mejorar sus vidas, personas que no se conforman, que no se rinden, y que buscan de forma activa una mejora significativa en su vida personal y profesional.
Pero la mayoría de la gente llega a GTD® por necesidad. Son personas a las que «no les queda otra», es decir, que se encuentran ante una situación de estrés y agobio tan importante que incluso pone en juego su salud. En estos casos, no es la búsqueda activa sino la necesidad derivada de su situación personal o profesional la que les impulsa a hacer el esfuerzo de implantar esta metodología. Como es de esperar, son estas personas las que más y mejor suelen hablar de esta metodología, porque se sienten afortunadas y agradecidas por haberla encontrado.
Independientemente de cual sea la motivación, solo he visto una forma que funciona para llegar a ser usuario de GTD®. Consiste en saber lo que hay que hacer, ponerlo en práctica, y mantener esos comportamientos concretos hasta que terminen convirtiéndose en hábitos. Es muy importante no abandonar. Tener «caídas» es normal, todos las tenemos. Lo importante es volver a retomar el método tantas veces como sea necesario, sin desistir.
Si estás pensando usar GTD®, tengo que darte esta mala noticia. Para tener éxito, tendrás que mantener un compromiso durante un tiempo considerable, hasta haber conseguido cambiar tus hábitos.
Si quieres que otros empiecen a usar GTD®, tengo que darte otra mala noticia. Este método sirve de muy poco para personas que solo se quejan y tienen poca disposición para hacer algo ellas por mejorar las cosas.
Si quieres cambiar algo hay que hacer algo porque, como dice en una de mis frases favoritas el Dr. House: «El tiempo lo cambia todo, eso dice la gente, pero no es verdad. Hacer cosas cambia las cosas. No hacer nada, deja las cosas exactamente como están.»
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