Si nos dejamos llevar por nuestros sesgos a la hora de seleccionar contrataremos a «la persona favorita» en lugar de a «la persona adecuada».
«Decidamos primero qué importancia dar a los datos que tenemos sobre lo que los candidatos han realizado en el pasado. Si no lo hacemos, daremos una importancia excesiva a las impresiones que nos dejen las entrevistas.»
Kahneman, Pensar rápido, pensar despacio.
Si tienes que seleccionar a una persona y no sabes cómo hacerlo, te ofrezco el método que nos propone Kahneman basado en los principios de Meehl y Dawes.
El procedimiento es sencillo, aunque requiere algo de disciplina.
Supongamos, por ejemplo, que queremos contratar a una persona para desempeñar las funciones de director comercial para nuestra empresa.
¿Cómo debemos preparar el procedimiento que nos propone kahneman para encontrar a la persona adecuada?
Debemos hacer lo siguiente:
- Escogemos un puñado de características que entendemos que son «prerrequisitos» para un determinado puesto. Ejemplo de estos «prerrequisitos» podrían ser: competencia técnica, personalidad cordial, formalidad, etc.
Unas seis características serán suficientes. Es importante que estas sean lo más independientes posibles unas de las otras. También será necesario que sintamos que podemos evaluarlas con certeza, haciendo unas pocas preguntas sobre cada uno de los «prerrequisitos». Otro aspecto importante es, por supuesto, que evaluemos estas características basándonos en datos observables de hechos concretos. - A continuación, hay que hacer una lista de preguntas para cada característica y pensar cómo las puntuamos, por ejemplo, en una escala de 1 a 5. Es muy recomendable tener un criterio claro de lo que podamos decir que entenderemos como «muy flojo» o «muy satisfactorio».
- Para evitar el efecto halo, hemos de reunir información sobre una característica cada vez, puntuando cada una antes de pasar a la siguiente. No debemos saltar de una a otra.
Posteriormente a las entrevistas, para evaluar a cada candidato, hay que tener en cuenta las seis puntuaciones y para tomar la decisión final simplemente deberemos decidir contratar al candidato cuya puntuación sea más alta aunque haya otro que nos guste más.
Nos cuenta Kahneman que hay una gran cantidad de investigación que nos hace la promesa de que es mucho más probable que encontremos al mejor candidato si nos atenemos a este procedimiento que si hacemos lo que la gente normalmente hace en estas situaciones, que es llevar a cabo la entrevista sin preparación y basar la elección en un juicio puramente intuitivo del tipo «Le miré a los ojos y me gustó lo que vi».
Como sabemos, ser efectivo consiste en hacer bien las cosas correctas. Hacer las cosas bien tiene que ver con el uso adecuado de recursos y que sean correctas tiene que ver con el propósito de las cosas.
Si dedicamos más recursos de los necesarios a seleccionar a una persona y finalmente nos dejamos llevar por nuestros sesgos y contratamos a «la persona favorita» en lugar de a «la persona adecuada» estaremos siendo personas muy poco efectivas.
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
Excelente Paz. No había leído los estudios que mencionas, pero ya había llegado a esa conclusión, probablemente por el libro El Cisne negro, de Nassim Taleb. Escribí algo al respecto en mi web: https://efectivida.es/efectividad/se-puede-medir-y-analizar-datos-con-efectividad-los-7-errores-de-la-medicion/
Está claro que saber qué datos vamos a requerir, cómo los vamos a conseguir, y de qué manera los vamos a mostrar, es clave para ser efectivos en muchas situaciones.
Gracias por tus artículos.
Saludos desde Gran Canaria!
Gracias a ti, Jair. Gracias por leerme, por compartir tu post y por comentar.
Seguimos en contacto.
Un abrazo
Paz
Hola Paz,
Como de costumbre, estupendo post. Me gustaría poner mi granito de arena recomendando también el libro de Daniel Kahneman, al que has hecho referencia en varias ocasiones recientemente. Es verdad que es un libro denso y exige concentración, pero entrenar la capacidad de prestar atención me parece muy importante, porque creo que será un recurso cada vez más escaso y valioso en el futuro, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente cotiza a la baja.
Hace poco releí el capítulo La ilusión de entender, que es el primero de la tercera parte sobre el exceso de confianza. Voy a tratar de releer esta parte de nuevo, porque tengo unas cuantas notas sueltas muy interesantes de la primera lectura, y esta vez, seguro que le saco más jugo.
Felices fiestas y feliz año!
Muchas gracias, Pablo:
Coincido contigo. Estar a lo que estás, ser capaz de concentrarnos es una habilidad fundamental.
Dice la Neurociencia que el cerebro necesita de momentos de desconexión. Si queremos ser capaces de estar enfocados al 100% tenemos que empezar por desconectar.
Felices fiestas y mis mejores deseos para el 2020.
Un fuerte abrazo
Paz