Conocer nuestros objetivos parece un buen principio para conseguirlos.
Steven Sunyer dice en el libro «Organízate con eficacia» que en la vida solo hay dos problemas. Uno es que sepas lo que quieres y no sepas cómo conseguirlo y el otro es que no sepas lo que quieres. Dice David Allen que si Steven está en lo cierto, y Allen cree que lo está, entonces solo existen dos soluciones:
- Imaginarlo
- Hacer que suceda
En mi experiencia, tanto personal como ayudando a otras personas a conseguir resultados, la mayoría de las personas somos bastante hábiles encontrando formas de conseguir aquello que queremos, una vez que tenemos clara nuestra meta. Las dificultades las solemos encontrar tanto para decidir lo que queremos como para luego, más tarde, hacer lo que sabemos que tenemos que hacer.
Para marcarnos objetivos, David Allen nos sugiere que nos preguntemos «¿qué quiero conseguir? Y la solución para responder a esa pregunta es «imaginarlo».
He podido comprobar en varias ocasiones que esto de «imaginar» lo que queremos alcanzar no funciona para todo el mundo. Hay personas que para marcarse objetivos prefieren pensar en aquellas cosas que no les gustan y, a partir de ahí, decidir que hacer para poder evitarlas.
Me explico con un ejemplo sencillo. Al objetivo de: «hacer deporte de forma habitual un par de horas a la semana para poder correr la carrera de San Silvestre en 2019» hay personas que llegan después de imaginar su cuerpo más atlético. Pero otras, por el contrario, observan que están cogiendo peso y han sacado «malas notas» en sus últimos análisis y es eso lo que las impulsa a marcarse dicho objetivo.
En cualquier caso, independientemente de la forma que resulte más natural para nosotros, a la hora de marcarnos objetivos lo importante es centrarnos en aquello que queremos conseguir y que además depende de nosotros.
Como decía Stephen Covey, para conseguir resultados es crucial centrarnos y actuar en nuestro círculo de influencia, saliendo del círculo de preocupación, dónde no hay nada que esté en nuestras manos hacer.
En la gran mayoría de los casos, existen múltiples opciones para conseguir aquello que deseamos, pero para poder ver todas esas opciones, es imprescindible salir del modo mental «quejarme y buscar excusas» y pasar a «hacer cosas para obtener resultados».
Porque las personas efectivas son aquellas que son capaces de centrarse en todo aquello que pueden hacer y se ponen «manos a la obra» para alcanzarlo.
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