¿Te consideras una persona con suerte?
“Es evidente que GTD gira entorno al enfoque que le das a las cosas, a cómo eliminar las que te distraen y a darte las herramientas que te facilitan la capacidad de dirigir ese enfoque hacia lo que necesitas y cuando lo necesitas” David Allen
En un post anterior veíamos cómo la reflexión sistemática de nuestro mundo nos ayuda a ser capaces de encontrar soluciones brillantes y creativas. ¿Podría además influir el uso de GTD en nuestra suerte?
Todos las personas que usamos GTD hemos experimentado que otro de los beneficios que obtenemos gracias a esta reflexión sistemática de nuestro mundo es tener una visión completa de nuestra realidad, y este hecho facilita que mantengamos el enfoque a lo largo del tiempo.
Tener claridad sobre nuestros asuntos en el corto y medio plazo, así como conocer los puntos de referencia que nos aporta la perspectiva a largo plazo, nos permite saber dónde estamos y tener claridad sobre hacia dónde queremos ir.
Tener claridad sobre mi presente y sobre mis aspiraciones, ha tenido un efecto muy positivo en mi manera de enfrentarme a mi vida. Ha hecho, en mi caso, que me considere una persona afortunada. Afortunada desde el prisma del que habla Richard Wiseman, es decir, afortunada como consecuencia de mi manera de pensar y actuar.
El hecho de saber «dónde estoy», y saber también el resultado que quiero alcanzar, me aporta claridad para decidir las acciones más adecuadas para alcanzar dicho resultado. Además, tener habitualmente sensación de control hace posible, de forma constante en el tiempo, que realice de forma sostenida las acciones que me llevan a conseguir los resultados que busco.
Ver cómo avanzan los asuntos sobre los que estoy enfocada y llevando a cabo acciones, y ver cómo, por el contrario, permanecen estancados aquellos temas sobre los que no hay siguientes acciones, hace que termines aceptando que la gran mayoría de las situaciones con las que nos encontramos dependen de nosotros mismos. Por cierto, a juicio de Richard Wiseman, sólo el 10 % de nuestra existencia es aleatoria; el 90 % restante se define por nuestra forma de pensar.
Observar cómo las cosas suceden como consecuencia de mis acciones me ha permitido interiorizar una de las creencias que considero más beneficiosas para mí: creer que soy la principal participe en la creación de mi realidad.
El estudio de Wiseman reveló que el 82% de las personas que se definieron con mala suerte creen en el horóscopo y las supersticiones, mientras que el 80% de quienes se sienten afortunados creen que su situación depende de ellos mismos. Es lo que en Psicología se conoce respectivamente como locus de control externo o interno.
Así que parece que es cierto eso de que ser supersticioso da mala suerte y, tal vez…, a ti también te dé buena suerte usar GTD. En realidad, de ti depende 😊