#VidaSinEstrés: Compromisos y buenas intenciones

¿Cómo gestionas tus compromisos?

Una perogrullada básica que he aprendido después de décadas de consultoría y de formar a miles de personas, es que la mayor parte del estrés que padecen proviene de la gestión inadecuada de los compromisos que crean o aceptan. Incluso los que no están conscientemente «estresados». También ellos invariablemente experimentarán más relajación. Experimentan mejor concentración y una energía productiva mejorada cuando aprenden a controlar con más eficacia los «asuntos pendientes» de sus vidas.” David Allen

Nos dice David Allen que manejar correctamente todos nuestros compromisos exige que llevemos a cabo algunas actividades o conductas básicas.

  1. Sacarlos de la cabeza y capturalos en un lugar de confianza al que volveremos para pensar sobre ellos.
  2. Regularmente aclararlos con precisión y decidir si estamos o no comprometidos. En caso de estar comprometidos también hay que decidir qué, en concreto, haremos para conseguir avanzar con los temas.
  3. Después de decidir sobre las acciones que debemos tomar las tendremos que organizar. Colocaremos la información y los recordatorios de nuestras decisiones en un sistema que revisaremos habitualmente.

Desde mi punto de vista, todos nos encontramos con dificultades para gestionar compromisos. Pienso que la más frecuente es precisamente decidir si tenemos, o no, un compromiso firme al respecto.

Pienso que todas las personas, con mayor o menor medida, nos autoengañamos un poquito y cargamos nuestros sistemas de productividad personal con siguientes acciones que nunca llevaremos a cabo, porque realmente no tenemos un compromiso firme de hacer algo al respecto.
Simplemente evitamos decidir «no hacer» porque sabemos que nuestras ajetreadas vidas nos ayudarán a tomar esa decisión por nosotros.

Hacer un ejercicio serio y maduro para decidir adquirir, o no, el compromiso de hacer algo con nuestras capturas, es imprescindible si queremos que nuestras listas de «siguientes acciones» sigan siendo fiables y no se conviertan en listas de «ciencia ficción».

Además, si usas GTD®, sabes que cuentas con la posibilidad de organizar los elementos, sobre los que no tienes claro tu compromiso y deseas posponer esa decisión, en una lista «algún día tal vez».

Dicen que el infierno está lleno de buenas intenciones. Sí usas GTD®, serán tus listas «algún día tal vez» las que estarán llenas de buenas intenciones, mientras que tus listas de «siguientes acciones» contendrán únicamente firmes compromisos.