#Sé+Eficaz 6: ¿proactividad o reactividad?

¿proactividad o reactividad?
¿proactividad o reactividad?

¿Hablamos de proactividad o reactividad?

Tener dos compromisos distintos en la mente lleva al estrés y al fracaso. David Allen

David Allen cuenta que, en ocasiones, le han dicho que su metodología es más reactiva que otras.

GTD hace hincapié en la importancia de definir y revisar, de forma consciente y objetiva, todos los compromisos, grandes o pequeños, como receta infalible contra la frustración y la ansiedad, en lugar de poner el énfasis en priorizar o en construir un «cuadro general» de tareas.

Es precisamente cuando liberamos nuestra mente de todos los compromisos que mantenemos a nivel subconsciente, cuando estamos preparados para activar nuestra creatividad.

Además, es cuando tenemos la disciplina de mantener de forma efectiva el control sobre nuestro mundo, cuando podemos responder de forma proactiva a nuestros proyectos.

Por el contrario, actúas de forma reactiva si únicamente te guías por las cosas «más urgentes», ignorando tus compromisos hasta que hayan llegado a su nivel crítico.

Dejando al margen que la proactividad en GTD se trabaja con el modelo de seis niveles de perspectiva, me parece importante diferenciar entre la buena y la mala reactividad.

Podemos considerar que hay dos tipos de reactividad, la «reactividad incontrolada» y la «reactividad controlada». Ganar control nos permite pasar de la primera a la segunda. Una vez llegados a este punto, es decir, a la «reactividad controlada», estaremos en condiciones de empezar a trabajar para llegar a vivir de forma más proactiva.

Desde mi punto de vista hay dos aspectos que contribuyen de forma significativa a alcanzar esta «reactividad controlada».

El primero, que en GTD te ocupas de todos los inputs que entran en tu vida. Parándote a pensar y a decidir sobre ellos, antes de que se «descontrolen». Este es un enfoque completamente diferente al de los «viejunos» métodos de «gestión del tiempo». Estos sistemas te animan a despreocuparte de las tareas supuestamente poco importantes. Lo malo es que todos hemos vivido la experiencia de que asuntos en teoría poco importantes hayan sido capaces de transformar nuestra vida en un caos. Sin olvidarnos además de la incómoda sensación de estrés causada por el riesgo asociado a ignorar los asuntos triviales y poco relevantes.

El segundo aspecto que contribuye significativamente a esta «reactividad controlada» es la forma en la que se llevan a cabo los proyectos. En lugar de esperar al último momento e intentar hacer todo el proyecto «de una sentada», en GTD comenzamos tan pronto tenemos constancia del proyecto y lo avanzamos poco a poco, pero de forma sostenida, de tal modo que se termina en plazo y sin agobios.

En mi opinión, ser una persona que controla su realidad es muy bueno, aunque sea de forma reactiva. La prueba es que cuando dejamos de mover papeles y de correr estresados por los plazos para comenzar a recopilar, pensar, decidir, organizarnos y hacer lo que hay que hacer con cada uno de los asuntos que entran en nuestro radar, empezamos a sentirnos mucho mejor.

3 comentarios

  1. GTD no es proactivo ni reactivo, lo es el que ejecuta.

    El problema de que GTD te vuelva reactivo normalmente está motivado por no haber hecho una revisión general profunda donde aclaras e interiorizas un esquema completo de prioridades, aclaras tus verdaderas responsabilidades y te das cuenta de a lo que realmente debes dedicarte y a lo que no. Sin esta pieza, al procesar, no usas la tecla de borrar con la frecuencia necesaria y dejas entrar en el sistema tantos proyectos, siguientes acciones y demás que se vuelve insostenible.

    Mi opinión es que Allen no pone suficiente énfasis en la importancia de la revisión general, ni suficiente detalle en cómo hacerla.

    La potencia sin control no vale de nada. Montarte en el Ferrari (GTD) si no sabes al 2000% dónde vas te hace creer que vas a mil por hora pero lo que haces es tomar opciones de las que se te ponen por delante dando vueltas en círculos en tu propio vecindario.

    Cuando aclaras donde quieres ir con una revisión general profunda, empiezas a añadir cosas al sistema que no han aparecido en tu rango de influencia y van a tus bandejas de entrada, sino que las has buscado tú para construir algo que no está a tu alcance y por tanto empiezas a ser proactivo. Capturas cosas que salen de tu cabeza y haces más tareas de tipo «Research».

    GTD tiene efectos secundarios no deseables cuando no se complementan sus deficiencias o las faltas de detalle o de énfasis de los libros del señor Allen.

    1. Hola Joaquín,

      Estoy de acuerdo contigo, son las personas las que pueden tener una actitud proactiva o reactiva.

      Lo que dudo es que GTD te pueda volver reactivo o proactivo. Yo diría que nuestros errores son nuestros más que de GTD. Si una persona no revisa su sistema, o lo hace de forma descuidada, eso le puede hacer perder la perspectiva, aunque en ese caso sería culpa de la persona, que es quién no hace, o hace mal, lo que tiene que hacer.

      También coincido contigo en que Allen no ha explicado en sus libros con suficiente detalle cómo hacer la revisión general o revisión anual, ni ha puesto suficiente énfasis en la importancia de esa revisión.

      Por otro lado, supongo que has querido decir, «la potencia sin perspectiva» porque «saber a dónde vas» tiene que ver con perspectiva y no con control.

      Como bien dices, cuando el acercamiento a la metodología es incompleto, se pierde gran parte de su potencial.

      Gracias por pasarte y comentar.

  2. Sí claro «perspectiva»… es que no me refería a «control» en sentido GTD. Esa frase es de un anuncio de neumáticos y era justo así 😉

    100% de acuerdo con tu comentario. Las personas somos el problema pero siendo difícil incorporar y comprender tantos hábitos como implica GTD es común que muchos acaben achacando sus problemas a la metodología.

    Como dices no es GTD la que es reactiva/proactiva, bottom-up o top-down, etc. es el sesgo que cada uno le pone cuando la aplica sobre sus propias virtudes y defectos. Creo que ese es el punto clave en GTD por ser una metodología que cubre todo (con mayor o menor acierto en el detalle y el énfasis).

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